Inma y Andres, boda en Archena

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   Cuando vuelvo a encontrarme con las parejas, despues de la boda y ven las fotos que hicimos, suelen coincidir en el comentario de que no recuerdan este u otro momento que han quedado reflejados en las imagenes, ni siquiera cuando hicimos muchas de estas, todo les ha pasado muy rapido y se han sentido como en una nube. Lo más normal es que para los novios, todo pase inadvertido, pues desde que comienza el día, están sumidos en un blucle intemporal de variados sentimientos, los nervios del principio dan paso a la emoción del encuentro, la relajación que trae el final de la ceremónia a la alegría del encuentro con los seres queridos en la fiesta posterior, Seguramente, para Inma y Andrés, no ha sido distinto.
    Aunque mayo, el sol estaba decidido a ofrecernos un previo de un día de verano,  con un cielo totalmente despejado, como si estuviese empeñado en que nada hiciera sombra a su celebración, cosa que es de agradecer, personalmente y para ser sincero, prefiero algo de nubes y un sol menos intenso para hacer fotografía y para el beneficio de mi despejada cabeza claro,  pero asumo que hay que estar preparado y dispuesto para cualquier situación. Comenzamos el día en Archena, y en su iglesia parroquial, continuamos con algunas fotos de exterior en el Balneario que lleva el nombre del pueblo, y de ahí al salón de celebraciones, "La Casa de la Luz" en Zarandona, donde tuvo lugar la fiesta final con un maravilloso y emotivo lanzamiento de globos chinos a la oscuridad de la noche, portadores, cada uno de ellos, de un sueño, una ilusión, un deseo, ...con ellos viajó el nuestro, el deseo de que sean enormemente felices por siempre...
                 Felicidades.