Nieves y Jesús, boda en Molina de Segura, parroquia de Ntrª Sñrª de la Asunción
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A estas alturas de la pelicula, creo que no es ningún secreto el que nos lo pasamos divino en todas las bodas, pero en la de Nieves y Jesús pienso que ha llegado al máximo, no recuerdo haberme reido tanto en mucho tiempo, pero no solo en la fiesta, sino desde el primer día en el que nos conocimos, la alegría de esta pareja no tiene limites, y lo mejor es que lo transmiten y lo contagian, pero oiganme... su familia, tanto la de ella como la de el, son igual, te hacen sentir como en tu propia casa, tu propia familia, padres, hermanos, cuñados, primos... nos hemos sentido miembros del grupo, la sensación de conocernos desde ya hace mucho. Por estas cosas ya merece la pena ser fotógrafo de bodas, y por estas cosas uno sigue emocionándose y sintiendose feliz por estar ahí, emocionándose y sintiendose feliz al ir procesando las imágenes una a una e ir recordando los momentos del evento, en ocasiones me sorprende mi propia sonrisa o mi piel erizarse al recordar una mirada, un beso, un abrazo...
Nieves..., Jesús..., que sigais siendo así de felices para siempre y esta felicidad inunde el corazón de los vuestros...
Os queremos.
Jesús y Sacri.
4 comentarios:
Muy buen trabajo !!! la primera i love it !! salu2
Encantadoras todas, desde la primera hasta la última. Otro gran y completísimo reportaje!
Un abrazo
Maravilloso....me he emocionado
No se puede explicar con palabras lo que una persona siente cuando ve unas fotografías como las tuyas, Jesús. No se puede plasmar en plenitud el sentimiento que te invade cuando ves esas obras de arte. Aún así, voy a intentarlo. Porque os merecéis todas estas palabras y muchas más, porque nos acompañasteis el día más feliz de nuestras vidas y no solo como fotógrafos sino como amigos. Porque somos nosotros los que os tenemos que agradecer que quisierais acompañarnos y ser partícipes de nuestra felicidad.
El día de la boda fue inolvidable, un día mágico que estará siempre en nuestros corazones. Gracias a vosotros tendremos un recuerdo nítido de ese cuento que tuvimos la gran suerte de protagonizar. Gracias, gracias y mil gracias. Por haber reflejado y por lograr transmitir los millones de sentimientos que se apoderaron de nosotros, por habernos arropado y habernos hecho sentir especiales, por habernos emocionado cada vez que leemos vuestra dedicatoria y admiramos las fotos, por habernos acompañado en el viaje de novios (porque también os hemos llevado en nuestra mente y en nuestro corazón), recordando las risas que, junto a vosotros, nos hicieron descargar los nervios.
Gracias por saber acariciar nuestros corazones con vuestro trabajo, gracias por estar con nuestras familias, gracias por... estar.
Nosotros también os queremos y queremos teneros siempre tan cerca como ese día os sentimos.
Os deseamos de corazón todo lo mejor porque os lo merecéis.
Un abrazo muy fuerte.
Nieves y Jesús.
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